¿Qué experiencias la han formado como Mujer?
- Mi mamá. Ella hizo de su vida un “Sí” dócil a la Voluntad de DIOS. ¡Quiero dar importancia en mi aporte, por tratarse de “100 mujeres” a mi mamá! Mi mamá: María Dolores Heinert de Quiroz, a quien todos llamaban Lola, encontró Schoenstatt a través de un sacerdote español que viajó a Chile y en Bellavista conoció Schoenstatt! Mi mami tenía 38 años y en ese entonces 10 de sus 11 hijos. Gracias a Schoenstatt mi mamá vivió = Rezó – sufrió – gozó, AMÓ HACIENDO ESCUELA! Fascinante para mí y experimento que para muchos! Debía movilizarse en silla de ruedas durante sus últimos 10 años (desde los 62 a 72 años en que murió). El último año ya muy imposibilitada, uno de mis hermanos le ofreció traerla al Santuario. ¡Sé que con dificultad tomó la decisión de aceptar! Cuando ya estaba ahí, la fui a saludar (vivo junto al Santuario) y cuando la vi, me dijo: “aquí dichosa, no quiero ni cerrar los ojos para saber que es verdad que estoy aquí”. Ahora en la presencia de Schoenstatt Eterno sabe cuán verdad es Schoenstatt!
- He sido rodeada de gente muy buena
- La posibilidad constante de elegir sin presión, con orientación y vivencialmente por el ejemplo y modelo de mi entorno, en decisiones grandes y pequeñas.
- La MTA de Schoenstatt y el P. José Kentenich con su convincente enfoque sobre lo que aporta la mujer por su orden de ser y la grandeza de lo pequeño “que nada se desperdicie”.
¿En qué puntos de su vida ha experimentado a DIOS?
- Hasta los 25 años el único planteamiento fijo en cuanto a la vocación era el matrimonio. El 29 de agosto de 1976 había sellado mi Alianza de Amor. Habíamos elegido con el Padre la fecha del 22 de agosto “María Reina” y 2 semanas antes el Padre la cambió. 29 de Agosto era primer domingo y día del martirio de San Juan Bautista. A los pocos meses de haber sellado mi Alianza de Amor un Padre de Schoenstatt, con quien trabajaba para los niños, me habló y planteó la posibilidad de que le consagre mi vida a Dios en el Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt. Me dejó desarmada. Era una Comunidad que no conocía de nada, en Ecuador no existíamos. No pregunté nada. Se lo comenté a mi mamá que pertenece al grupo fundador de Schoenstatt en Ecuador (1960) y ella me oyó y me dijo: “¿Por qué te molesta que ese Padre se haya atrevido a hacerte esa propuesta vocacional? Él no te ha empujado, solo te abrió una puerta” Esto, hasta hoy me fascina, que mi mami que tampoco nos conocía me dijese eso. Así empecé a pensar y discernir. Dios presente en causas segundas y en nuestra mente y corazón.
- EN casi todo y de tantas maneras tan concretas, que más fácil me sería decir en qué no lo he experimentado.
- En la vida familiar, 11 hermanos: 8 mujeres y 3 hombres. Todos con temperamentos fuertes. Había mucha música, risas, peleas.
- En el Inst. Nuestra Señora de Schoenstatt. Visión sobrenatural de todo lo más natural.
- En la familia de Schoenstatt. El Ecuador como país, tiene acento muy Mariano y filial.
- En el Santuario, lo experimento como el cielo mismo “Vi un cielo abierto”, sentí un cielo abierto.
- Una experiencia muy importante en mi vida fue la sorpresa de que DIOS me quisiera para Él. Otra tiene que ver con la Obediencia, como cuando mi papá agonizaba, yo tenía el pasaje listo para viajar, sábado 24 de agosto y le dije a mi mamá: “no me quiero ir ¿Qué hago?” Ella me respondió “Haz lo que te cuesta más”.
¿Cuál es el desafío que ve para la mujer hoy día?
¡Múltiples y a cada paso! Considero medular que la Mujer lleve hasta el subconsciente la convicción del plan de DIOS, tal como nos lo mostró al elegir a María, requiere del ser de la mujer y que sepa cumplirlo en complementación del varón, sin preguntas ni quejas, con actitudes que sanan – salvan – elevan. “La misión de nuestra vida es triple: tenemos que orar, trabajar y sufrir” P.K.
¿Qué desea cambiar en este mundo a través de su vida?
¡Quisiera que DIOS me use para aniquilar el binomio apetito – satisfacción! A través de mi naturaleza elevada por el sacrificio de la naturaleza. Veo que todos viven de reacción en reacción, mas no de actitudes. Schoenstatt con la propuesta ascética del Horario espiritual nos invita a concretar, a la luz del Ideal personal de vida y Comunidad. Creo que aquí la vara mágica es “por ellos me entrego”, más que cambiar a otro me ofrezco yo.